Isaías 2, 6-8


El esplendor de la majestad de Yahvé.
Has desechado a tu pueblo,
la Casa de Jacob,
porque estaban llenos de adivinos
y evocadores, como los filisteos,
y con extraños chocan la mano;
se llenó su tierra de plata y oro,
y no tienen límite sus tesoros;
se llenó su tierra de caballos,
y no tienen límite sus carros;
se llenó su tierra de ídolos,
ante la obra de sus manos se inclinan,
ante lo que hicieron sus dedos.
Ver contexto