Isaías 21, 6-12

Pues así me ha dicho el Señor:
«Anda, pon un vigía
que vea y avise.
Cuando vea carros,
troncos de caballos,
jinetes en burro,
jinetes en camello,
preste atención,
mucha atención.»
Y exclamó el vigía:
«Sobre la atalaya, mi señor,
estoy firme a lo largo del día,
y en mi puesto de guardia
estoy firme noches enteras.
Pues bien: por ahí vienen jinetes,
troncos de caballos.»
Replicó y dijo:
«¡Cayó, cayó Babilonia,
y todas las estatuas de sus dioses
se han estrellado contra el suelo!»
Trilla mía
y parva de mi era:
lo que he oído
de parte de Yahvé Sebaot,
Dios de Israel,
os lo he anunciado.

Sobre Edom.
Oráculo sobre Dumá.
Alguien me grita desde Seír:
«Centinela, ¿qué hay de la noche?;
centinela, ¿qué hay de la noche?»
Dice el centinela:
«Se hizo de mañana y también de noche.
Si queréis preguntar,
volveos, venid.»
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