Isaías 23, 1-14


Contra Tiro.
Oráculo sobre Tiro.
Ululad, naves de Tarsis,
porque ha sido destruida vuestra fortaleza.
De vuelta del país de Quitín
les ha sido descubierto.
Quedad mudos, habitantes de la costa,
mercaderes de Sidón,
cuyos viajantes atravesaban el mar
por las aguas inmensas.
La siembra del canal, la siega del Nilo,
era su riqueza,
y ella era el mercado de las naciones.
Avergüénzate, Sidón,
porque ha dicho la mar:
«No tuve dolores ni di a luz,
ni crié mancebos,
ni eduqué doncellas.»
En cuanto se oiga la nueva en Egipto,
se dolerán de las nuevas de Tiro.
Pasad a Tarsis, ululad,
habitantes de la costa:
¿Es ése vuestro emporio arrogante,
de remota antigüedad,
cuyos pies le llevaron lejos
en sus andanzas?
¿Quién ha planeado esto
contra Tiro, la coronada,
cuyos comerciantes eran príncipes,
cuyos traficantes eran nobles de la tierra?
Es Yahvé Sebaot quien ha planeado
profanar el orgullo de toda su magnificencia
y envilecer a todos los nobles de la tierra.
Cultiva tu tierra, hija de Tarsis:
no hay puerto ya.
Su mano extendió él sobre la mar,
hizo estremecer los reinos.
Yahvé mandó respecto a Canaán,
demoler sus castillos,
y dijo: No vuelvas más a rebullir,
doncella oprimida,
hija de Sidón.
Levántate y vete a Quitín,
que tampoco allí tendrás reposo.
Ahí tienes la tierra de los caldeos; no eran un pueblo;
Asiria la fundó para las bestias del desierto.
Levantaron torres de asalto,
demolieron sus alcázares,
la convirtieron en ruinas.
Ululad, naves de Tarsis,
porque ha sido destruida vuestra fortaleza.
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