Isaías 26, 7-15


Salmo.
La senda del justo es recta;
tú allanas la senda recta del justo.
Pues bien, en la senda de tus juicios
te esperamos, Yahvé;
tu nombre y tu recuerdo son el anhelo del alma.
Con toda mi alma te anhelo en la noche,
y con todo mi espíritu por la mañana te busco.
Porque cuando tú juzgas a la tierra,
aprenden justicia los habitantes del orbe.
Aunque se haga gracia al malvado,
no aprende justicia;
en tierra recta se tuerce,
y no teme la majestad de Yahvé.
Yahvé, alzada está tu mano,
pero no la ven;
verán tu celo por el pueblo y se avergonzarán,
tu ira ardiente devorará a tus adversarios.
Yahvé, tú nos pondrás a salvo,
que también llevas a cabo todas nuestras obras.
Yahvé, Dios nuestro,
nos han dominado otros señores fuera de ti,
pero no recordaremos otro Nombre
sino el tuyo.
Los muertos no vivirán,
las sombras no se levantarán,
pues los has castigado, los has exterminado
y has borrado todo recuerdo de ellos.
Has aumentado la nación, Yahvé, has aumentado la nación
y te has glorificado,
has ampliado todos los límites del país.
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