Isaías 29, 22-24

Por tanto, así dice Yahvé,
Dios de la casa de Jacob,
el que rescató a Abrahán:
«No se avergonzará en adelante Jacob,
ni en adelante su rostro palidecerá;
porque en viendo a sus hijos, las obras de mis manos,
en medio de él,
santificarán mi Nombre.»
Santificarán al Santo de Jacob,
y al Dios de Israel tendrán miedo.
Los descarriados alcanzarán inteligencia,
y los murmuradores aprenderán doctrina.
Ver contexto