Isaías 3, 16-24


Las mujeres de Jerusalén.
Dice Yahvé:
«Por cuanto son altivas
las hijas de Sión,
y andan con el cuello estirado
y guiñando los ojos,
y andan a pasitos menudos,
y con sus pies hacen tintinear las ajorcas,
rapará el Señor el cráneo de las hijas de Sión,
y Yahvé destapará su desnudez.»
Aquel día quitará el Señor el adorno de las ajorcas, los solecillos y las lunetas; los aljófares, las lentejuelas y los cascabeles; los peinados, las cadenillas de los pies, los ceñidores, los pomos de olor y los amuletos, los anillos y aretes de nariz; los vestidos preciosos, los mantos, los chales, los bolsos, los espejos, las ropas finas, los turbantes y las mantillas.
Por debajo del bálsamo habrá hedor,
por debajo de la faja, soga,
por debajo de la peluca, rapadura,
y por debajo del traje, refajo de arpillera,
y por debajo de la hermosura, vergüenza.
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