Isaías 38, 3-5

Dijo: «¡Ah, Yahvé! Dígnate recordar que yo he andado en tu presencia con fidelidad y corazón perfecto haciendo lo recto a tus ojos.» Y Ezequías lloró con abundantes lágrimas.
Entonces le fue dirigida a Isaías la palabra de Yahvé, diciendo: «Vete y di a Ezequías: Así habla Yahvé, Dios de tu padre David: He oído tu plegaria, he visto tus lágrimas y voy a curarte. Dentro de tres días subirás al templo de Yahvé. Añadiré quince años a tus días.
Ver contexto