Isaías 41, 17-20

Los humildes y los pobres buscan agua,
pero no hay nada.
La lengua se les secó de sed.
Yo, Yahvé, les responderé.
Yo, Dios de Israel, no los desampararé.
Abriré sobre los calveros arroyos
y en medio de las barrancas manantiales.
Convertiré el desierto en lagunas
y la tierra árida en hontanar de aguas.
Pondré en el desierto cedros,
acacias, arrayanes y olivares.
Pondré en la estepa el enebro,
el olmo y el ciprés a una,
de modo que todos vean y sepan,
adviertan y consideren
que la mano de Yahvé ha hecho eso,
el Santo de Israel lo ha creado.
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