Isaías 41, 21-29


Sólo Yahvé es Dios.
«Aducid vuestra defensa —dice Yahvé—,
allegad vuestras pruebas —dice el rey de Jacob—.
Alléguense e indíquennos
lo que va a suceder.
Indicadnos cómo fue lo pasado,
y reflexionaremos;
o bien hacednos oír lo venidero
para que lo conozcamos.
Indicadnos las señales del porvenir,
y sabremos que sois dioses.
En suma, haced algún bien o algún mal,
para que nos pongamos en guardia y os temamos.
Mirad, vosotros sois nada,
y vuestra obra, nulidad;
basura, lo selecto de vosotros.»
Le he suscitado del norte, y viene,
del sol naciente le he llamado por su nombre.
Ha hollado a los sátrapas como lodo,
como el alfarero patea el barro.
¿Quién lo indicó desde el principio, para que se supiese,
o desde antiguo, para que se dijese: «Es justo»?
Ni hubo quien lo indicase,
ni hubo quien lo hiciese oír,
ni hubo quien oyese vuestras palabras.
Primicias de Sión: «¡Aquí están, aquí están!»,
envío a Jerusalén la buena nueva.
Miré, y no había nadie;
entre éstos no había consejeros
a quienes yo preguntara y ellos respondieran.
¡Oh! Todos ellos son nada;
nulidad sus obras,
viento y vacuidad sus estatuas.
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