Isaías 5, 1-7


Canción de la viña.
Voy a cantar a mi amigo
la canción de su amor por su viña.
Una viña tenía mi amigo
en un fértil otero.
La cavó y despedregó,
y la plantó de cepa exquisita.
Edificó una torre en medio de ella,
y además excavó en ella un lagar.
Y esperó que diese uvas,
pero dio agraces.
Ahora, pues, habitantes de Jerusalén
y hombres de Judá,
venid a juzgar entre mi viña y yo:
¿Qué más se puede hacer ya a mi viña,
que no se lo haya hecho yo?
Yo esperaba que diese uvas.
¿Por qué ha dado agraces?
Ahora, pues, os hago saber,
lo que pienso hacer con mi viña:
quitar su seto, y será quemada;
desportillar su cerca, y será pisoteada.
Haré de ella un erial que ni se pode ni se escarde,
crecerá la zarza y el espino,
y a las nubes prohibiré
llover sobre ella.
Pues bien, viña de Yahvé Sebaot
es la Casa de Israel,
y los hombres de Judá
son su plantío exquisito.
Esperaba de ellos justicia, y hay iniquidad;
honradez, y hay alaridos.
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