Isaías 54, 11-12


La nueva Jerusalén.
Pobrecilla, azotada por los vientos, no consolada,
mira que yo asiento en carbunclos tus piedras
y voy a cimentarte con zafiros.
Haré de rubí tus baluartes,
tus puertas de piedras de cuarzo
y todo tu término de piedras preciosas.
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