Isaías 54, 6-10

Porque como a mujer abandonada
y de contristado espíritu, te llamó Yahvé;
y la mujer de la juventud ¿es repudiada?
—dice tu Dios—.
Por un breve instante te abandoné,
pero con gran compasión te recogeré.
En un arranque de furor te oculté
mi rostro por un instante,
pero con amor eterno te he compadecido
—dice Yahvé tu Redentor—.
Será para mí como en tiempos de Noé:
como juré que no pasarían
las aguas de Noé más sobre la tierra,
así he jurado que no me irritaré más contra ti,
ni te amenazaré.
Porque los montes se correrán
y las colinas se moverán,
mas mi amor de tu lado no se apartará
y mi alianza de paz no se moverá
—dice Yahvé, que tiene compasión de ti—.
Ver contexto