Isaías 56, 3-7

Que el extranjero que se adhiera a Yahvé, no diga: «¡De cierto que Yahvé me separará de su pueblo!» No diga el eunuco: «Soy un árbol seco.»
Pues así dice Yahvé: Respecto a los eunucos que guardan mis sábados y eligen aquello que me agrada y mantienen mi alianza, yo he de darles en mi templo y en mis muros monumento y nombre mejor que hijos e hijas; nombre eterno les daré que no será borrado.
En cuanto a los extranjeros adheridos a Yahvé para su ministerio, para amar el nombre de Yahvé, y para ser sus siervos, a todo aquel que guarda el sábado sin profanarlo y a los que se mantienen firmes en mi alianza, yo les traeré a mi monte santo y les alegraré en mi Casa de oración. Sus holocaustos y sacrificios serán gratos sobre mi altar. Porque mi Casa será llamada Casa de oración para todos los pueblos.
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