Isaías 57, 1-2

Un justo perece,
pero eso a nadie le importa.
Hombres de bien desaparecen,
sin que nadie comprenda
que por obra del malvado desaparece el justo.
«¡Váyase en paz!
¡Que descanse en su tumba!
¡Siga su camino!»
Ver contexto