Isaías 59, 1-2


Salmo de penitencia.
Mirad, no es demasiado corta la mano de Yahvé para salvar,
ni es duro su oído para oír,
sino que vuestras faltas os separaron a vosotros de vuestro Dios,
y vuestros pecados le hicieron esconder su rostro de vosotros,
para no oír.
Ver contexto