Isaías 59, 15-20

La verdad se echa en falta
y el que se aparta del mal es despojado.
Lo vio Yahvé y pareció mal a sus ojos
que no hubiera derecho.
Vio que no había nadie
y se maravilló de que no hubiera intercesor.
Entonces le salvó su brazo
y su justicia le sostuvo.
Se puso la justicia como coraza
y el casco de salvación en su cabeza.
Se puso como túnica vestidos de venganza
y se vistió el celo como un manto.
Según los merecimientos así pagará:
ira para sus opresores y represalia para sus enemigos.
Dará a las islas su merecido.
Temerán desde Occidente el nombre de Yahvé,
y desde el Oriente verán su gloria,
pues vendrá como un torrente encajonado
contra el que irrumpe con fuerza el soplo de Yahvé.
Vendrá a Sión para rescatar
a aquellos de Jacob que se conviertan de su rebeldía.
—oráculo de Yahvé—.
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