Isaías 66, 1-4


Oráculo sobre el Templo.
Así dice Yahvé:
Los cielos son mi trono
y la tierra la alfombra de mis pies.
Pues ¿qué casa me vais a edificar,
o qué lugar de reposo,
si el universo lo hizo mi mano
y todo vino al ser?
—oráculo de Yahvé—.
Pues en esto he de fijarme:
en el mísero, pobre de espíritu,
y en el que tiembla a mi palabra.
¿Se inmola un toro?: como quien abate un hombre.
¿Se degüella una oveja?: como quien desnuca un perro.
¿Se ofrece un sacrificio?: sangre de puerco.
¿Memorial de incienso?: como no bendecir nada.
¿Que ellos se eligieron sus caminos
y en sus inmundicias se recrearon?
Pues yo también elegiré sus cuitas,
y lo que más temen traeré sobre ellos.
Porque llamé y nadie respondía,
hablé, pero no oían;
sino que hicieron lo que miro mal,
y lo que no me gusta eligieron.
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