Jeremías  1, 4-10


I. Oráculos sobre Judá y Jerusalén
1. EN TIEMPO DE JOSÍAS
Vocación del profeta.
Entonces me dirigió Yahvé la palabra en estos términos:
Antes de haberte formado yo en el vientre, te conocía,
y antes que nacieses, te tenía consagrado:
yo profeta de las naciones te constituí.
Yo dije: «¡Ah, Señor Yahvé! Mira que no sé expresarme, que soy un muchacho.»
Y me dijo Yahvé:
No digas: «Soy un muchacho»,
pues adondequiera que yo te envíe irás,
y todo lo que te mande dirás.
No les tengas miedo,
que contigo estoy para salvarte
—oráculo de Yahvé—.
Entonces alargó Yahvé su mano y tocó mi boca. Y me dijo Yahvé:
Mira que he puesto mis palabras en tu boca.
Desde hoy mismo te doy autoridad
sobre las gentes y sobre los reinos
para extirpar y destruir,
para perder y derrocar,
para reconstruir y plantar.
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