Jeremías  18, 1-6


Jeremías en casa del alfarero.
Palabra que Yahvé dirigió a Jeremías: Levántate y baja a la alfarería, que allí mismo te haré oír mis palabras. Bajé a la alfarería, y resulta que el alfarero estaba haciendo un trabajo al torno. El cacharro que estaba haciendo se estropeó como barro en manos del alfarero, y éste volvió a empezar, trasformándolo en otro cacharro diferente, como mejor le pareció al alfarero. Entonces me dirigió Yahvé la palabra en estos términos: ¿No puedo hacer yo con vosotros, casa de Israel, lo mismo que este alfarero? —oráculo de Yahvé—. Lo mismo que el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel.
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