Jeremías  19, 1-11


El jarro roto. Altercado con Pasjur.
Entonces Yahvé dijo a Jeremías: Ve y compras un jarro de cerámica; tomas contigo a algunos ancianos del pueblo y algunos sacerdotes, sales al valle de Ben Hinón, a la entrada de la puerta de las Tejoletas, y pregonas allí las palabras que voy a decirte. Dirás: Oíd la palabra de Yahvé, reyes de Judá y habitantes de Jerusalén. Así dice Yahvé Sebaot, el Dios de Israel: «Pienso traer sobre este lugar una desgracia, que a todo el que la oyere le zumbarán los oídos. Porque me han dejado, han hecho extraño este lugar y han incensado en él a otros dioses que ni ellos ni sus padres conocían. Los reyes de Judá han llenado este lugar de sangre de inocentes, y han construido los altos de Baal para quemar a sus hijos en el fuego, en holocausto a Baal, —lo que no les mandé ni les dije ni me pasó por las mientes—. Por tanto, van a venir días —oráculo de Yahvé— en que no se hablará más de Tófet ni del valle de Ben Hinón, sino del “Valle de la Matanza”. Vaciaré la prudencia de Judá y Jerusalén a causa de este lugar: los haré caer a espada ante sus enemigos por mano de los que busquen su muerte; daré sus cadáveres por comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra, y convertiré esta ciudad en desolación y rechifla: todo el que pase a su vera se quedará atónito y silbará a la vista de sus heridas. Les haré comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas, y comerán cada uno la carne de su prójimo, en el aprieto y la estrechez con que les estrecharán sus enemigos y los que busquen su muerte.»
Luego rompes el jarro a la vista de los hombres que vayan contigo y les dices: Así dice Yahvé Sebaot: «Asimismo quebrantaré yo a este pueblo y a esta ciudad, como quien rompe un cacharro de alfarería, que ya no tiene arreglo.
«Y se harán enterramientos en Tófet, hasta que falte sitio para enterrar.
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