Jeremías  22, 15-17

¿Serás acaso rey
porque seas un apasionado del cedro?
Tu padre, ¿no comía y bebía?
¡Pero practicaba justicia y equidad!
Por eso todo le iba bien.
Juzgaba la causa del cuitado y del pobre.
Por eso todo iba bien.
¿No es esto conocerme? —oráculo de Yahvé—.
Pero tus ojos y tu corazón
sólo buscan tu propio interés:
derramar sangre inocente,
cometer atropello y violencia.
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