Jeremías  30, 23-24

Mirad que una tormenta de Yahvé ha estallado,
un torbellino remolinea:
sobre la cabeza de los malos descarga.
No ha de apaciguarse el ardor de la ira de Yahvé
hasta que la ejecute, y realice
los designios de su corazón.
En días futuros os percataréis de ello.
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