Jeremías  4, 11-13

En aquella sazón se dirá a este pueblo y a Jerusalén:
Un viento ardiente
viene por el desierto,
camino de la hija de mi pueblo,
no para beldar, ni para limpiar.
Viento preñado de amenaza
viene de mi parte:
ahora es mi turno de réplica.
Ved cómo se levanta cual las nubes,
como un huracán sus carros,
y ligeros más que águilas sus corceles.
¡Ay de nosotros, estamos perdidos!
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