Jeremías  43, 8-13


Jeremías vaticina la invasión de Egipto por Nabucodonosor.
Entonces dirigió Yahvé la palabra a Jeremías en Tafnis en estos términos: «Toma en tus manos piedras grandes, y las hundes en el cemento de la terraza que hay a la entrada del palacio del faraón en Tafnis, a vista de los judíos, y les dices: Así dice Yahvé Sebaot, el Dios de Israel: He aquí que yo mando en busca de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y pondrá su sede por encima de estas piedras que he enterrado, y desplegaré su pabellón sobre ellas. Vendrá y herirá a Egipto,
quien sea para la muerte, a la muerte;
quien para el cautiverio, al cautiverio;
quien para la espada, a la espada;
y prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto, los incendiará, y a los dioses los hará cautivos. Despiojará a Egipto como despioja un pastor su zalea, y saldrá de allí victorioso. Romperá los cipos de Bet Semes que hay en Egipto, y los templos de los dioses egipcios abrasará.»
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