Jeremías  49, 1-6


Oráculo contra Amón.
A los amonitas.
Así dice Yahvé:
¿Hijos no tiene Israel?,
¿o heredero no tiene?
Entonces ¿por qué ha heredado Milcón a Gad,
y su pueblo en las ciudades de éste habita?
Por eso, he aquí que vienen días
—oráculo de Yahvé—
en que haré oír en Rabá de los amonitas
el clamoreo del combate,
y se convertirá en montículo de ruinas;
y sus hijas serán abrasadas
y heredará Israel a los que la heredaron
—oráculo de Yahvé—.
Gime, Jesbón, porque Ar ha sido devastada.
Gritad, hijas de Rabá,
ceñíos de sayal, lamentaos
y discurrid por las cercas.
Porque Milcón al destierro va,
sus sacerdotes y sus jefes a una.
¿Por qué te jactas de tu Valle,
criatura independiente,
confiada en sus tesoros:
«¿Quién llegará hasta mí?»
Mira que yo traigo sobre ti espanto
—oráculo del Señor Yahvé Sebaot—
por todos tus alrededores,
y seréis ahuyentados cada uno por su lado
y no habrá quien reúna a los errantes.
(Tras de lo cual haré volverse a los cautivos
de los amonitas —oráculo de Yahvé—.)
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