Jeremías  5, 14-19

(14b) Por haber hablado ellos tal palabra,
voy ahora a poner las mías
en tu boca como fuego,
y a este pueblo como leños,
y los consumirá.
Voy a traer contra vosotros
una nación de muy lejos,
¡oh casa de Israel! —oráculo de Yahvé—;
una nación que no mengua,
nación antiquísima aquélla,
nación cuya lengua ignoras
y no entiendes lo que habla;
cuyo carcaj es como tumba abierta:
todos son valientes.
Comerá tu mies y tu pan,
comerá a tus hijos e hijas,
comerá tus ovejas y vacas,
comerá tus viñas e higueras;
con la espada destruirá
tus plazas fuertes en que confías.

La pedagogía del castigo.
Por lo demás, en los días aquellos —oráculo de Yahvé— todavía no acabaré con vosotros.
Y cuando dijereis: «¿Por qué nos hace Yahvé nuestro Dios todo esto?», les dirás: «Lo mismo que me dejasteis a mí y servisteis a dioses extraños en vuestra tierra, así serviréis a extraños en una tierra no vuestra.»
Ver contexto