Jeremías  7, 10-11

Luego venís y os paráis ante mí en este templo donde se invoca mi Nombre y decís: «¡Estamos seguros!», para seguir haciendo todas esas abominaciones. ¿Una cueva de bandidos se os antoja que lleva mi Nombre? ¡Para mí está claro! —oráculo de Yahvé—.
Ver contexto