Jeremías  8, 10-12


Repetición de un fragmento conminatorio.
Así que yo daré sus mujeres a otros,
sus campos a nuevos amos,
porque del más chico al más grande
todos van a su provecho,
y desde el profeta hasta el sacerdote,
todos practican el fraude.
Han curado el quebranto de la hija de mi pueblo
a la ligera, diciendo: «¡Paz, paz!»,
cuando no había paz.
¿Se avergonzaron de las abominaciones que hicieron?
¡Avergonzarse, no se avergonzaron;
sonrojarse, tampoco supieron!
¡Así caigan con los que caigan!
Tropezarán cuando yo los visite
—dice Yahvé—.
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