Jeremías  8, 8-10


La Ley en manos de los sacerdotes.
¿Cómo decís: «Somos sabios,
y poseemos la Ley de Yahvé?»,
cuando es más cierto que la falsea
el cálamo mendaz de los escribas.
Los sabios pasarán vergüenza,
serán abatidos y presos.
Han desechado la palabra de Yahvé,
y su sabiduría ¿de qué les sirve?

Repetición de un fragmento conminatorio.
Así que yo daré sus mujeres a otros,
sus campos a nuevos amos,
porque del más chico al más grande
todos van a su provecho,
y desde el profeta hasta el sacerdote,
todos practican el fraude.
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