Jeremías  49, 2

Por eso, he aquí que vienen días
—oráculo de Yahvé—
en que haré oír en Rabá de los amonitas
el clamoreo del combate,
y se convertirá en montículo de ruinas;
y sus hijas serán abrasadas
y heredará Israel a los que la heredaron
—oráculo de Yahvé—.
Ver contexto