Job  12, 4-6

Uno se convierte en burla del vecino
cuando clama a Dios en busca de respuestas.
Se ríen de quien es justo e íntegro.
¡Ante el infortunio, desprecio —dice el satisfecho—,
un golpe más al que se tambalea!
Pero viven bien tranquilos en sus tiendas los bandidos,
del todo seguros los que provocan a Dios,
los que meten a Dios en su puño.
Ver contexto