Job  15, 20-23

La vida del malvado discurre entre tormentos,
son contados los años guardados al opresor;
escuchan sus oídos voces de terror,
lo asaltan bandidos en plena prosperidad;
que no confíe en volver de las tinieblas,
pues está destinado a la espada;
asignado como pasto a los buitres,
él conoce su ruina inminente.
La hora de las tinieblas
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