Job  22, 23-30

Si vuelves a Shaddai con humildad,
se alejará de tu tienda la maldad;
si arrojas al polvo el oro,
el Ofir a las piedras del arroyo,
Shaddai será tu tesoro,
será tu plata a montones.
Será Shaddai tu delicia,
a Dios alzarás tu rostro;
le rezarás, te escuchará,
podrás cumplir tus promesas;
tendrás éxito en tu empresa,
brillará en tus sendas la luz.
Él humilla la empresa arrogante,
pero salva al que baja los ojos.
Pone a salvo al hombre inocente,
lo salva por la pureza de sus manos.
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