Job  23, 1-7


Dios está lejos y el mal triunfa.
Job respondió así:
Hoy también me quejo y me rebelo,
mi mano reprime mis gemidos.
¡Si supiera cómo encontrarlo,
cómo llegar a su morada!
Expondría ante él mi causa,
llenaría mi boca de argumentos.
Conocería por fin su respuesta,
sabría lo que me quiere decir.
¿Pleitearía conmigo con toda su fuerza?
No lo creo; tendría que escucharme.
Vería en su adversario a un hombre recto,
y yo me libraría para siempre de mi juez.
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