Job  27, 16-23

Si amontona plata como polvo,
si acumula ropa como barro,
¡que acumule!: el justo la vestirá,
el inocente heredará su plata.
Se edificó una casa de araña,
se hizo una cabaña de guarda:
se acuesta rico, mas por última vez,
al abrir sus ojos se encuentra sin nada.
De día lo sorprenden terrores,
de noche se lo lleva el huracán.
Desaparece arrebatado por el viento del este,
la tormenta lo arranca de su sitio,
lo zarandea después sin compasión,
aunque trata de evitar su ímpetu.
La gente aplaude su ruina,
le silban por donde pasa.

(24:18) No es más que paja en el agua,
maldicen su hacienda en el país,
nadie toma el sendero de su viña.

(24:19) El bochorno roba el agua a la nieve,
así el Seol a todo pecador;

(24:20) el seno que lo ha formado lo olvida,
su nombre no es recordado.
La injusticia es tronchada como un árbol.

(24:21) Maltrataba a la estéril sin hijos,
no quería ayudar a la viuda.

(24:22) Pero Dios controla con fuerza al tirano,
se alza y le quita su vida segura;

(24:23) le da confianza y tranquilidad,
pero sus ojos vigilan sus pasos.

(24:24) Se encumbra un instante y ya no existe,
se abate como armuelle arrancado,
como cabeza de espiga se amustia.
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