Job  40, 7-14

Si eres valiente, cíñete los lomos:
te voy a preguntar y tú me instruirás.
¿Quieres acaso violar mi derecho,
condenarme para quedar absuelto?
¿Tienes un brazo como el de Dios,
una voz potente como la suya?
Cíñete, pues, de grandeza y majestad,
vístete de gloria y esplendor;
da rienda suelta a tu cólera,
hunde de una mirada al arrogante,
humilla de una mirada al soberbio,
aplasta a los malvados donde estén,
entiérralos juntos en el polvo,
enciérralos a una en el calabozo.
Entonces cantaré tu alabanza:
«Tu diestra te ha dado la victoria».
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