Job  41, 18-21

La espada lo golpea y no se clava,
ni dardo, jabalina o lanza.
El hierro es para él como paja,
madera podrida el bronce.
Disparos de flecha no le hacen huir:
las piedras de la honda se vuelven tamo;
tamo le parece el mazo,
se burla del venablo que vibra.
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