Joel  3, 1-5


II. La nueva era y el día de Yahvé
1. LA EFUSIÓN DEL ESPÍRITU
«Después de esto
yo derramaré mi espíritu sobre todo mortal
y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas,
vuestros ancianos tendrán sueños,
vuestros jóvenes verán visiones.
Y hasta sobre siervos y siervas
derramaré mi espíritu en aquellos días.
Y realizaré prodigios
en el cielo y en la tierra,
sangre, fuego y columnas de humo.»
El sol se convertirá en tinieblas
y la luna en sangre,
ante la llegada del Día de Yahvé,
grande y terrible.
Y todos los que invoquen
el nombre de Yahvé se salvarán,
porque en el monte Sión y en Jerusalén
habrá una escapatoria ,
como ha dicho Yahvé,
y entre los supervivientes
estarán los que llame Yahvé.

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