Jonás 2, 5-7

Yo me dije: ¡Me has arrojado
de tu presencia!
¿Cuándo volveré a contemplar
tu santo templo?
Las aguas me asfixiaban el aliento,
el abismo me envolvía,
las algas enredaban mi cabeza.
Bajé hasta los cimientos de los montes,
la tierra se cerró para siempre sobre mí.
Pero tú sacaste mi vida de la tumba,
Yahvé, Dios mío.
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