Josué 11, 10-15


Toma de Jasor y de otras ciudades del Norte.
Por entonces, Josué se volvió y tomó Jasor, y mató a su rey a espada. Jasor era antiguamente la capital de todos aquellos reinos. Pasaron a cuchillo a todo ser viviente que había en ella, dando cumplimiento al anatema. No quedó alma viva, y Jasor fue entregada a las llamas. Josué se apoderó de todas las ciudades de aquellos reyes, y de todos sus reyes, y las pasó a cuchillo. Cumplió en ellos el anatema, según le había mandado Moisés, siervo de Yahvé.
Pero Israel no quemó ninguna de las ciudades emplazadas sobre sus montículos; con la única excepción de Jasor, que fue incendiada por Josué. El botín de estas ciudades, incluso el ganado, se lo repartieron los israelitas. Pero pasaron a cuchillo a todo ser humano hasta acabar con todos. No dejaron ninguno con vida.

El mandato de Moisés ejecutado por Josué.
Tal como Yahvé había ordenado a su siervo Moisés, éste se lo había ordenado a Josué y éste lo ejecutó: no descuidó una sola palabra de lo que Yahvé había ordenado a Moisés.
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