Josué 14, 6-13


La parte de Caleb.
Se acercaron los hijos de Judá a Josué en Guilgal, y Caleb, hijo de Jefoné el quenizita, le dijo: «Ya sabes lo que le dijo Yahvé a Moisés, el hombre de Dios, de ti y de mí en Cades Barnea. Cuarenta años tenía yo cuando Moisés, siervo de Yahvé, me envió de Cades Barnea a explorar esta tierra y yo le di un informe con toda sinceridad. Los hermanos que habían subido conmigo desanimaron al pueblo, pero yo me mantuve fiel a Yahvé mi Dios. Aquel día Moisés hizo este juramento: Te juro que la tierra que ha hollado tu pie será heredad tuya y de tus hijos para siempre, porque has sido fiel a Yahvé mi Dios. Pues ahora mira cómo Yahvé me ha conservado con vida, según lo prometió. Hace cuarenta y cinco años que Yahvé le dijo esto a Moisés, cuando Israel iba por el desierto, y ahora tengo ochenta y cinco años. Todavía estoy tan fuerte como el día en que Moisés me envió. Conservo todo mi vigor de entonces para combatir y para ir y venir. Dame ya esta montaña que me prometió Yahvé aquel día. Ya entonces supiste que hay en ella anaquitas y ciudades grandes y fuertes. Si Yahvé está conmigo, los expulsaré, como me prometió Yahvé.»
Josué bendijo a Caleb, hijo de Jefoné, y le dio Hebrón por heredad.
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