Juan  12, 12-16


Entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén.
Al día siguiente, al enterarse la numerosa muchedumbre que había llegado para la fiesta, de que Jesús se dirigía a Jerusalén, tomaron ramas de palmera y salieron a su encuentro gritando:
« ¡Hosanna!
¡Bendito el que viene en nombre del Señor,

y el rey de Israel!» Jesús, habiendo encontrado un borriquillo, se montó en él, según está escrito: No temas, hija de Sión;
mira que viene tu rey
montado en un pollino de asna
. Esto no lo comprendieron sus discípulos de momento; pero cuando Jesús fue glorificado, cayeron en la cuenta de que esto estaba escrito sobre él, y que era lo que le habían hecho.
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