Juan  15, 1-6


La vid verdadera.
«Yo soy la vid verdadera,
y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto,
Lo corta,
y todo el que da fruto,
lo limpia,
para que dé más fruto. Vosotros estáis ya limpios
gracias a la palabra que os he dicho. Permaneced en mí, como yo en vosotros.
Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo,
si no permanece en la vid;
así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid;
vosotros los sarmientos.
El que permanece en mí y yo en él,
ése da mucho fruto;
porque separados de mí no podéis hacer nada. Si alguno no permanece en mí,
es arrojado fuera, como el sarmiento,
y se seca;
luego los recogen, los echan al fuego
y arden.
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