Juan  4, 35-38

¿No decís vosotros:
Cuatro meses más y llega la siega?
Pues bien, yo os digo:
Alzad vuestros ojos y ved los campos,
que blanquean ya para la siega.
Ya el segador recibe el salario,
y recoge fruto para vida eterna,
de modo que el sembrador se alegra igual que el segador. Porque en esto resulta verdadero el refrán
de que uno es el sembrador y otro el segador: yo os he enviado a segar
donde vosotros no os habéis fatigado.
Otros se fatigaron
y vosotros os aprovecháis de su fatiga.»
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