Juan  5, 26-29

Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo,
así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, y le ha dado poder para juzgar,
porque es Hijo del hombre. No os extrañéis de esto:
llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros
oirán su voz y saldrán los que hayan hecho el bien
para una resurrección de vida,
y los que hayan hecho el mal,
para una resurrección de juicio.
Ver contexto