Juan  7, 1-24


4.LA FIESTA DE LAS TIENDAS
(LA GRAN REVELACIÓN MESIÁNICA. LA GRAN REPULSA)
Jesús sube a Jerusalén para la fiesta y enseña.
Después de esto, Jesús andaba por Galilea, y no podía andar por Judea, porque los judíos buscaban matarle. Pero se acercaba la fiesta judía de las Tiendas. Y le dijeron sus hermanos: «Sal de aquí y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces, pues nadie actúa en secreto cuando quiere ser conocido. Si haces estas cosas, muéstrate al mundo.» Es que ni siquiera sus hermanos creían en él. Entonces les dice Jesús: «Todavía no ha llegado mi tiempo, en cambio vuestro tiempo siempre está a mano. El mundo no puede odiaros; a mí sí me aborrece, porque doy testimonio de que sus obras son perversas. Subid vosotros a la fiesta; yo no subo a esta fiesta porque aún no se ha cumplido mi tiempo.» Dicho esto, se quedó en Galilea. Pero después que sus hermanos subieron a la fiesta, entonces él también subió no manifiestamente, sino de incógnito. Los judíos, durante la fiesta, andaban buscándole y decían: «¿Dónde está ése?» Entre la gente había muchos comentarios acerca de él. Unos decían: «Es bueno.» Otros decían: «No, sino que engaña al pueblo.» Pero nadie hablaba de él abiertamente por miedo a los judíos. Mediada ya la fiesta, subió Jesús al Templo y se puso a enseñar. Los judíos, asombrados, decían: «¿Cómo entiende de letras sin haber estudiado?» Jesús les respondió:
«Mi doctrina no es mía,
sino del que me ha enviado. Si alguno quiere cumplir su voluntad,
verá si mi doctrina es de Dios
o hablo yo por mi cuenta. El que habla por su cuenta,
busca su propia gloria;
pero el que busca la gloria del que le ha enviado,
ese es veraz;
y no hay impostura en él. ¿No es Moisés el que os dio la Ley?
Y ninguno de vosotros cumple la Ley.
¿Por qué queréis matarme?» Respondió la gente: «Tienes un demonio. ¿Quién quiere matarte?» Jesús les respondió: «Una sola obra he hecho y todos os maravilláis. Moisés os dio la circuncisión (no que provenga de Moisés, sino de los patriarcas) y vosotros circuncidáis a uno en sábado. Si se circuncida a un hombre en sábado, para no quebrantar la Ley de Moisés, ¿os irritáis contra mí porque he devuelto la salud plena a un hombre en sábado? No juzguéis según la apariencia. Juzgad con juicio justo.»
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