Juan  7, 38-39

el que cree en mí,
como dice la Escritura:
De su seno correrán ríos de agua viva.» Esto lo decía refiriéndose al Espíritu que iban a recibir los que creyeran en él. Porque aún no había Espíritu, pues todavía Jesús no había sido glorificado.
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