Judith 9, 1


Oración de Judit.
Cayó Judit, rostro en tierra, echó ceniza sobre su cabeza, dejó ver el sayal que tenía puesto y, a la misma hora en que se ofrecía en Jerusalén, en el templo de Dios, el incienso de aquella tarde, clamó al Señor en alta voz diciendo:
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