Jueces 11, 12-28


Conversaciones de Jefté con los amonitas.
Jefté envió al rey de los amonitas mensajeros que le dijeran: «¿Qué tenemos que ver tú y yo para que vengas a atacarme en mi propio país?» El rey de los amonitas respondió a los mensajeros de Jefté: «Porque Israel, cuando subía de Egipto, se apoderó de mi país desde el Arnón hasta el Yaboc y el Jordán. Así que ahora devuélvemelo por las buenas.» Jefté envió de nuevo mensajeros al rey de los amonitas y le dijo: «Así habla Jefté: Israel no se ha apoderado ni del país de Moab ni del país de los amonitas. Cuando subió de Egipto, Israel caminó por el desierto hasta el mar de Suf y llegó a Cades. Entonces Israel envió mensajeros al rey de Edom para decirle: Déjame, por favor, pasar por tu país; pero el rey de Edom no les atendió. Los envió también al rey de Moab, el cual tampoco accedió, e Israel se quedó en Cades; luego, avanzando por el desierto, bordeó el país de Edom y el de Moab y llegó al oriente del país de Moab. Acamparon a la otra parte del Arnón, sin cruzar la frontera de Moab, pues el Arnón es el límite de Moab. Israel envió mensajeros a Sijón, rey de los amorreos, que reinaba en Jesbón, y le dijo: Déjame, por favor, pasar por tu país hasta llegar a mi destino. Pero Sijón le negó a Israel el paso por su territorio, reunió toda su gente, que acampó en Yahas, y atacó a Israel. Yahvé, Dios de Israel, entregó a Sijón y a todo su pueblo en manos de Israel, que los derrotó, y conquistó Israel todo el país de los amorreos que habitaban allí. Así conquistaron todo el territorio de los amorreos, desde el Arnón hasta el Yaboc y desde el desierto hasta el Jordán. De modo que, después que Yahvé, Dios de Israel, ha quitado su heredad a los amorreos en favor de su pueblo Israel, ¿ahora tú se la vas a quitar a Israel? ¿No posees ya todo lo que tu dios Camós ha quitado para ti a sus poseedores? Igualmente nosotros poseemos todo lo que Yahvé nuestro Dios ha quitado para nosotros a sus poseedores. ¿Vas a ser tú más que Balac, hijo de Sipor, rey de Moab? ¿Pudo acaso él hacerse fuerte contra Israel y luchar contra él? Cuando se estableció Israel en Jesbón y en sus filiales, en Aroer y en sus filiales y en todos los poblados que están a ambos lados del Arnón (trescientos años), ¿por qué no las habéis recuperado desde entonces? Yo no te he ofendido; eres tú el que te portas mal conmigo si me atacas. Yahvé, el Juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Amón.» Pero el rey de los amonitas no hizo caso del mensaje que le envió Jefté.
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