Levítico 16, 2-29

Dijo Yahvé a Moisés:
«Di a tu hermano Aarón que no entre en cualquier fecha en el santuario que está al otro lado del velo, ante el propiciatorio que está encima del arca, no sea que muera: pues yo me dejo ver en la nube encima del propiciatorio. Sólo en estas condiciones podrá entrar Aarón en el santuario: con un novillo para el sacrificio por el pecado y un carnero para el holocausto. Se revestirá con la túnica sagrada de lino, se pondrá los calzones de lino, se ceñirá la faja de lino y se cubrirá con la tiara de lino. Éstas son las vestiduras sagradas que se revestirá después de haberse lavado.
«Recibirá de la comunidad de los israelitas dos machos cabríos para el sacrificio por el pecado y un carnero para el holocausto. Aarón ofrecerá su novillo por el pecado como expiación por sí mismo y por su casa; tomará los dos machos cabríos y los presentará ante Yahvé, a la entrada de la Tienda del Encuentro. Echará las suertes sobre los dos machos cabríos, uno “para Yahvé”, y otro “para Azazel”. Presentará el macho cabrío que haya caído en suerte “para Yahvé”, y lo ofrecerá como sacrificio por el pecado. El macho cabrío que haya caído en suerte “para Azazel”, lo colocará vivo delante de Yahvé para hacer sobre él la expiación y echarlo al desierto, para Azazel.
«Aarón ofrecerá su novillo por el pecado para hacer expiación por sí mismo y por su casa, y lo inmolará. Tomará después un incensario lleno de brasas tomadas del altar que está ante Yahvé, y dos puñados de incienso aromático en polvo para introducirlo detrás del velo; pondrá el incienso sobre el fuego, delante de Yahvé, para que la nube del incienso envuelva el propiciatorio que está encima del Testimonio y así él no muera. Tomará luego la sangre del novillo, rociará con su dedo el lado oriental del propiciatorio, y con su dedo hará siete aspersiones de sangre delante del propiciatorio.
«Después inmolará el macho cabrío como sacrificio por el pecado del pueblo e introducirá su sangre detrás del velo, haciendo con su sangre lo que hizo con la sangre del novillo: rociará el propiciatorio y su parte anterior. Así purificará el santuario de las impurezas de los israelitas y de todas sus rebeldías y pecados. Lo mismo hará con la Tienda del Encuentro, que mora entre ellos, en medio de sus impurezas. Nadie debe estar en la Tienda del Encuentro desde que Aarón entre a hacer la expiación dentro del santuario hasta que salga. Hará expiación por sí mismo, por su casa y por toda la asamblea de Israel. Luego saldrá hacia el altar que se halla ante Yahvé y hará expiación por él: tomará sangre del novillo y del macho cabrío y untará los cuernos del altar. Hará sobre él con su dedo siete aspersiones de sangre, y así lo purificará y lo consagrará, apartándolo de las impurezas de los israelitas.
«Acabada la expiación del santuario, de la Tienda del Encuentro y del altar, Aarón hará traer el macho cabrío vivo, impondrá ambas manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo y confesará sobre él todas las iniquidades de los israelitas, todas sus rebeldías y todos sus pecados, los cargará sobre la cabeza del macho cabrío y lo enviará al desierto por medio de un hombre designado para ello. Así el macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos, hacia una tierra desierta; y (el encargado) soltará el macho cabrío en el desierto.
«Luego entrará Aarón en la Tienda del Encuentro, se despojará de las vestiduras de lino con que se había vestido al entrar en el santuario y las dejará allí; se lavará el cuerpo en lugar sagrado y se pondrá sus vestidos. Después saldrá y ofrecerá su holocausto y el holocausto del pueblo, hará la expiación por sí mismo y por el pueblo, y quemará sobre el altar la grasa de la víctima por el pecado.
«El hombre encargado de soltar el macho cabrío para Azazel lavará sus vestidos y bañará su cuerpo; después de lo cual podrá entrar en el campamento. Del novillo del sacrificio por el pecado y del macho cabrío inmolado por el pecado, cuya sangre fue introducida en el santuario para hacer expiación, serán sacados fuera del campamento y quemados con fuego sus pieles, su carne y sus excrementos. El que los queme lavará sus vestidos y se bañará; después de lo cual podrá entrar en el campamento.
«Éste será para vosotros un decreto perpetuo: El mes séptimo, el día décimo del mes, ayunaréis y no haréis trabajo alguno, ni el nativo ni el forastero que reside en medio de vosotros.
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